Es Alex Quiñonez; esencia de este pueblo curtido en la conquista de grandes hazañas; hijo predilecto de una cuña que parió a los más grandes deportistas que como él han levantado con hidalguía el nombre de Esmeraldas. Está ahora aquí y para siempre Alex Quiñónez, conquistándolo todo; recibiendo en multitud los aplausos que Tokio le negó; y el abrazo caluroso de los suyos; de todos, de negros, mulatos, blancos y mestizos; de los humildes; de los pudientes; absolutamente de todos; de quienes hoy no podían faltar a la cita más grande la vida en la que Alex raudo y veloz conquista la inmortalidad con la muerte
El pensamiento no es otra cosa que un simple soplo. Pero un soplo que hace estremecer al mundo entero.
Hasta siempre hermano nuestro, hasta siempre hermano de todos, hasta siempre CLON inmortal.