Nardita como era conocida fue sepultada este miércoles en la mañana en el campo santo Jardines de la Paz, en medio de la tristeza y resignación de sus familiares, amigos y compañeros de su hijo un eficiente servidor municipal.
Varios oraciones fúnebres se escucharon antes de bajar al sepulcro este día de parte de quienes eran sus amigos donde destacaron sus valores como: responsabilidad, honestidad, afán de servicio, puntualidad, en todas sus actividades profesionales, lo que causó un profundo dolor en quienes la trataron especialmente en la PUCESE.
Paz en la tumba recientemente abierta de la amiga Nardy Orejuela Mina.