Dichas fuentes, bajo condición de anonimato, afirman que ciertos indicadores, como los suministros de sangre, son claves para determinar si Moscú estaría preparado para llevar a cabo una invasión, si el presidente ruso, Vladimir Putin, decidiera hacerlo.
La llegada de estos suministros agrega otro contexto a las crecientes advertencias de EE.UU. de que Rusia podría estar preparándose para una invasión de Ucrania, ya que concentra más de 100.000 soldados cerca de sus fronteras.
Estas advertencias han incluido la predicción del presidente Joe Biden de que era probable un ataque ruso y los comentarios del secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, de que Rusia podría lanzar un nuevo ataque contra Ucrania con "muy poco tiempo" de antelación.