En la calle Machala, en el norte de la ciudad, fue el último lugar donde lo vieron con vida.
Eran las 23:54 del viernes 6 de agosto, cuando Luis tomó un taxi, según testigos, para dirigirse hacia su casa, ubicada a cinco cuadras de distancia. Pero nunca llegó.
Verónica Benítez, su madre, empezó a preocuparse durante el sábado porque no solo no aparecía, sino que tampoco contestaba el celular, nadie sabía de él y hasta faltó al partido de fútbol que tenía programado para esa mañana.
La mujer acudió a la Fiscalía para colocar una denuncia por desaparición en la DINASED, con la esperanza de que encontraran al joven. El domingo 9 de agosto, a las 17:00, la madre de Luis recibió una llamada de medicina legal.