De los catorce abogados de la firma Defensa Penal Group, María Belén Bernal es parte del grupo de seis mujeres que llevan casos enfocados, en su mayor parte, a la materia penal.
Ella, que es abogada litigante, ha tratado casos de agresión sexual, violencia, defensa a policías, pensiones de alimentos y otros.
Cercana a grupos de defensa de la mujer, Bernal fue uno de los rostros visibles del equipo de abogados del caso del exdefensor del Pueblo, Freddy Carrión.
Bernal, de 34 años, lleva desaparecida más de una semana. Ella fue el 11 de septiembre a visitar a su esposo a la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo. Ese día, él, que es instructor, estaba de guardia.
Se tiene registros de entrada, pero no de salida de ella. Germán Cáceres, su esposo, salió de la escuela policial por una parte posterior. Cáceres, un teniente que está en la Policía desde el 2015, se encuentra prófugo.
Con Cáceres contrajo matrimonio en el 2017, un año después de divorciarse de su anterior esposo, con quien tiene un hijo de 13 años.
A María Belén o Belén, como más la conocen sus allegados y colegas, la definen como una mujer de carácter fuerte, pero sensible con causas sociales.
El derecho es su pasión. Estudió la carrera en la Universidad Central del Ecuador, y luego tomó una maestría en litigación oral en la California Western School of Law.
De ‘polémica’ y ‘escandalosa’ califican medios internacionales la desaparición de María Belén Bernal en escuela policial.
En la firma Defensa Penal Group estaba como socia. Galo Quiñones, gerente de ese estudio, asumió la defensa de la familia. Él se considera un amigo de Belén.
María Belén Bernal estaba casada con Gerrmán Cáceres desde el 2017.
Elizabeth Otavalo, madre de Belén, dice que su hija tiene un espíritu de lucha y se mostraba siempre afectiva, alegre.
En el barrio donde ella creció, la Mena Dos, ubicado al sur de Quito, los vecinos salieron este fin de semana a realizar un plantón para pedir respuestas. Allí la recuerdan como una persona solidaria, que en las festividades navideñas se acordaba de los chicos.
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Su círculo familiar refiere que su matrimonio no daba muestras públicas de un resquebrajamiento. Parecían cercanos, pero Bernal era la que más compartía en sus redes sociales fotos con él. Cáceres posteaba más temas de motos, escalada de montaña o memes.
La madre de Belén sostiene que su hija consentía mucho a Cáceres, al punto de tratarlo como a un niño y darle ciertos lujos.
Días antes de la desaparición, Cáceres había departido de un encuentro familiar. Y hasta allí nada parecía salir fuera de lo normal ni rastros de violencia familiar.
De hecho, en sus redes sociales, Bernal compartía videos en los que instaba a no quedarse callada ante un acto de violencia. Motivaba a que las víctimas denuncien y no justifiquen la violencia.
En su cuenta de Facebook, Belén usó un filtro con su rostro y una frase: “nací para ser libre, no asesinada”.
Los testimonios que han trascendido en estos días refieren que la noche que desapareció Belén se escuchó una discusión en el cuarto de Cáceres, con gritos y pedidos de auxilio.
El rastreo de María Belén Bernal se ha intensificado el fin de semana en los alrededores de la Escuela Superior de Policía. Su familia se sumó a los grupos de búsqueda. Aún no hay rastros de ella.