Según el informe preparado por la Comisión de Salud, el proyecto constituye una respuesta en períodos de pandemia y posemergencia sanitaria, respecto a la prevención de desperdicio de alimentos y mitigación del hambre, para un segmento de la población afectada por el desempleo.
El proyecto tiene como objetivo prevenir y reducir la pérdida y el desperdicio de los alimentos, aumentar el aprovechamiento de los productos alimenticios disponibles para el consumo humano, mitigar el desperdicio de alimentos para contribuir a la seguridad alimentaria, ampliar el uso de alimentos sin valor comercial por medio de donaciones destinadas prioritariamente al consumo humano.
Seguridad alimentaria
El ponente y presidente de la Comisión del Derecho a la Salud, Marcos Molina, destacó que el objetivo es crear una ley para reducir la pérdida de alimentos, aumentar el aprovechamiento de los productos alimenticios disponibles para el consumo humano y mitigar el desperdicio de alimentos para contribuir a la seguridad alimentaria.
Además fomentar la creación de bancos de alimentos y la sensibilización a todos los actores de la cadena alimenticia a través de campañas informativas y comunicacionales.
Indicó que de acuerdo con datos de la FAO de 2019, en Ecuador se desperdician 939.000 toneladas de alimentos al año, monto que equivale a 334 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los países de la región donde más se desperdician alimentos.
“Este proyecto de ley es fundamental porque hace que esos nutrientes que se desperdician puedan ser conservados y distribuidos en la población que carece de alimentación”, enfatizó al señalar que de acuerdo conv estudios de INEC, del 25 al 42 % de los ecuatorianos vive en condiciones de pobreza extrema e indigencia. Solo en Quito, más de 100 toneladas de alimentos se desperdician diariamente, mientras uno de cada 7 personas va a la cama sin comer cada noche.
Cero hambre
“Vivimos en un mundo sumamente desigual, por un lado gente muere de hambre y por otro gente desperdicia alimentos expresó la asambleísta Dallyana Passailaigue, una de las proponentes del proyecto, al señalar que esa realidad debe indignarnos y empujarnos a tomar medidas urgentes, y relevantes para tener tolerancia cero al hambre y al desperdicio de alimentos.
Dijo que en Ecuador mientras 1.3 millones de personas están subalimentadas se desperdicia comida suficiente para alimentar a 1.5 millones de personas, pérdida que bordea los 334 millones de dólares. En Ecuador 1 de cada 4 niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica y cuando se habla de niñez indígena la situación empeora, uno de cada dos la padecen y 4 de cada 10 tienen anemia, advirtió.
Informó que el proyecto fue construido junto al Banco de Alimentos de Quito, FAO, Organización de las Naciones Unidas y representantes de la Red Global de Bancos de Alimentos de Latinoamérica.
Debate
En el debate los legisladores destacaron la necesidad de estructurar políticas, leyes y acciones puntuales para evitar que los alimentos se desperdicien o se pierdan, a fin de beneficiar a la ciudadanía, en especial aquella que se encuentra en los quintiles más bajos de pobreza o aquellas personas que estando a cargo del Estado, no cuenten con la adecuada cantidad de alimentos, sanos y nutritivos.
Varias fueron las propuestas que se presentaron en el debate y tienen que ver con sistemas de almacenamiento y distribución, así como otros elementos de carácter operativo, a fin de asegurar que esos alimentos lleguen a personas que viven en condiciones de pobreza y hambre.
También enfatizaron que la seguridad alimentaria y nutricional requiere soluciones integrales y que los alimentos, previo a la donación, sean revisados con la intervención de la autoridad sanitaria. En el debate participaron los asambleístas Joel Abad, Lucía Placencia, Nathalie Viteri y Pierina Correa.