Este fenómeno, anotan, ha sido recurrente en el actual periodo eruptivo y se origina por las lluvias que removilizan el material acumulado en los flancos del volcán.
Con esta realidad no recomiendan la cercanía a los ríos y sus afluentes. Los técnicos del Instituto Geofísico se mantienen atentos a la actividad en el volcán Sangay e informarán de los cambios que puedan registrarse, señalan.